El nombre de Albacete proviene del árabe Al-Basīṭ, que significa “la Llanura”. También se puede interpretar como Marŷ al-Basit, “lugar en dónde no falta el agua”.
Albacete es una ciudad y municipio de la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha, capital de la provincia homónima. Se encuentra en el sureste de la península ibérica, en una zona conocida como Los Llanos. Tiene una población de 173.206 habitantes (2023). Es la séptima mayor de España por superficie, con 1.125,91 km²
Toda la zona de los llanos de Albacete está delimitada por una curva de nivel de 700 metros. Eso hace que la ciudad esté situada en una cuenca endorreica, es decir, en un área en la que el agua no tiene salida fluvial, por tanto, las precipitaciones que caen en ella permanecen allí, y solo desaparecen por infiltración o evaporación, provocando estancamiento de las aguas.
El origen del núcleo urbano de Albacete tenemos que buscarlos en tres modestos promontorios: el de Villacerrada, antes llamado el Alto de la Villa, el cerro de San Juan, que es dónde está actualmente la catedral, y el de Carretas. Para que entiendas lo modesto de estas elevaciones te recuerdo que el llano en el que está ubicado Albacete es parte de la Meseta Sur, que en esta zona tiene una altura de unos 680 metros sobre el nivel del mar. Pues bien, el alto de Villacerrada se encuentra a unos 689 metros de altitud, el de San Juan a 686 metros y la parte más alta de Carretas a 688 metros. Por lo tanto, el desnivel con respecto al llano anda entre los 6 y los 9 metros, cantidades que, como te decía, son muy modestas.
Sin embargo, a pesar de la modestia, las zonas con mayor altitud relativa siempre han sido muy preciadas en los asentamientos humanos. Dos son principalmente las razones: (i) la primera es defensiva, puesto que desde la altura siempre se controla mejor la llanura circundante; (2) la segunda es una razón higiénica al aislar al asentamiento de zonas de agua estancada. Esta segunda opción tenía mucho sentido aquí en esta tierra. Recuerda que Albacete era conocido en tiempo musulmán como Marŷ al-Basit, lugar en dónde no falta el agua. Esto ocurría porque el agua de lluvia no podía salir por estar en una cuenca endorreica, y porque en el subsuelo de Albacete hay acuíferos, muy cargados en ese tiempo, que encharcaban la superficie y provocaban insalubridad e incluso enfermedades.
El cerrillo de San Juan y el de Villacerrada están más próximos entre sí a través de una recta imaginaria que atraviesa la actual plaza Mayor. Perpendicular a esa recta, con centro en la actual plaza Mayor, pasaba el Camino Real, aunque su trazado ya había quedado confundido entre las casas que ocupaban el lugar. La línea de separación de estos dos cerrillos con el de Carretas baja a los 680 metros y forma una vaguada por la que discurre el que se llamó en su momento Arroyo del Piojo, un desagüe natural del núcleo urbano que vierte sus aguas a la cuenca del río Júcar. Seguro que tú identificas mejor por dónde pasa esta corriente si te digo que después se llamó Valgeneral.
En esta configuración de tres cerrillos con una vaguada es en donde se ubicaron los primeros asentamientos. En el siglo XV ya había un núcleo estable asentado en el cerrillo de Villacerrada y otro asentado en Carretas.
El núcleo de Villacerrada tendría forma elíptica, con calles dispuestas de manera concéntrica desde la parte alta hasta la baja. Pequeñas pasos radiales, cortos y escarpados, comunicarían unas calles con otras. Toda la trama estaría fortificada con muros de piedra en la parte baja, de ahí lo de cerrada. Quizá por eso, la actual calle de la Caba recibe su nombre del foso, o cava, excavado en esa misma zona para aumentar la altura del muro Sur.
Haciendo contraste con la disposición regular de Villacerrada se encontraba el trazado irregular y torcido del núcleo asentado en el cerrillo de Carretas. Sus manzanas eran grandes y el trazado de sus calles sinuoso y, posiblemente, angosto. Esta disposición respondía a un típico trazado hispanomusulmán.
El núcleo de Carretas haría la función de arrabal, es decir, zona fuera del recinto de población ubicado en Villacerrada. Carretas era seguramente en el siglo XV la residencia de los habitantes con menor poder adquisitivo, ganaderos y agricultores que trabajaban las tierras y huertas cercanas, al tiempo que los comerciantes y artesanos, burgueses, que daban vida al escenario económico de la villa, habitaban en Villacerrada.
En el siglo XV la Villacerrada había quedado desbordada y se extendía hasta la calle del Tinte, a la altura de la actual Posada del Rosario al Este, y las calles Pablo Medina o Iris al Norte. Las actuales calles llamadas Zapateros, Boticarios y Albarderos nos dicen qué oficios se podrían encontrar por allí. Pero no eran los únicos, también había herreros y herradores, algunos de los cuales, sobre todos los mudéjares, trabajaban de cuchilleros.
Otro punto de defensa y vigilancia sería lo que en el siglo XV ya se mencionaba como el Cerrillo de la iglesia-fortaleza de San Juan. Hoy se levanta en ella la Catedral de San Juan Bautista, pero, probablemente en el siglo XIII, de dominación musulmana existía una pequeña mezquita para uso de la poca población. Los musulmanes se dedicaban a la agricultura y realizaron trabajos de desecación de las muchas lagunillas que se formaban en este lugar, haciendo drenar y rellenar aquellas que más se perpetuaban en el tiempo.
El crecimiento de Albacete desde el siglo XVI hasta el comienzo del siglo XIX fue discreto. La población en 1572 era de 1358 vecinos, bajando a los 750 en 1652 y repuntando a 2.266 en el año 1800. Cuando se convierte en capital de provincia, 1833, cuenta con 131.43 habitantes; el cólera y la I Guerra Carlista diezman la población bajándola el año siguiente a 8.637 habitantes. Pero con la llegada del ferrocarril a la villa la población sigue su crecimiento ininterrumpido hasta nuestros días. En 1857 había 16.607 habitantes, y en enero de 2023 la ciudad registraba 173.206.
El siguiente mapa muestra el crecimiento del casco urbano desde 1580 hasta 1967. También detalla el año de construcción de edificios y entornos relevantes para nuestra ciudad.
Clica en la imagen para acceder al mapa. En el mapa, clica en el triángulo del Play para empezar la animación. Crecimiento de la ciudad de Albacete.
Localiza:
Localiza los tres primeros promontorios que son origen del núcleo urbano de Albacete y describe (redacta) cada promontorio según las características descritas en el texto para cada uno de los tres.
Localiza la calle de la Caba. Redacta el motivo de su nombre.
Localiza la calle Cornejo y la calle Oro ¿Qué peculiaridades tienen esas calles?
La Feria de Albacete
VISTA GENERAL DE LA FERIA DE ALBACETE
La Feria es un elemento verdaderamente importante en la historia de Albacete. No es aventurado afirmar que, sin ella, la ciudad no habría alcanzado, con el paso del tiempo, la progresiva relevancia que acabaría otorgándole la capitalidad provincial.
Ya en documentos de los siglos XV y XVI se menciona la feria y la calle que lleva su nombre. El mercado tenía una duración de diez días, comenzando inicialmente el día de San Andrés (30 de noviembre) y, más tarde, el día de San Agustín (28 de agosto). Se piensa que se celebraba a lo largo de las actuales Plaza Mayor, Zapateros, Albarderos, Boticarios, Carnicerías y calle de la Feria.
Con el tiempo, su celebración en el casco urbano fue perdiéndose, y desde finales del siglo XVI se fue trasladando poco a poco al paraje de Los Llanos, donde había comenzado el culto popular a la patrona de Albacete. Así, la antigua feria de San Andrés o San Agustín pasó a celebrarse tradicionalmente el 8 de septiembre, como actividad económica paralela a la romería de la Virgen.
Esta romería y la afluencia de feriantes se incrementaron en 1672, con la construcción de un convento de franciscanos adosado a la ermita de la Virgen de Los Llanos. No obstante, esta localización daba pocos beneficios a la villa.
El 6 de marzo de 1710, Felipe V concedió un privilegio de confirmación de la feria, en el que se recordaba expresamente su origen en 1375, señalando que Albacete tenía derecho a ella «como los mismos que gozaba la ciudad de Chinchilla y sus vecinos».
Tras esta confirmación, el Ayuntamiento intentó trasladar la feria nuevamente al núcleo urbano, lo que dio lugar a un largo pleito con los frailes franciscanos, que no querían perder los beneficios económicos que el mercado les proporcionaba.
Finalmente, en 1783, el Ayuntamiento ganó el litigio y se construyó el embrión del actual edificio ferial, consolidando la celebración de la feria de forma definitiva en la ciudad, construyendo un recinto ferial en las eras de Santa Catalina. Desde entonces, comenzó el resurgir económico de Albacete.
Primer Edificio – 1866
El periódico local «La Musa», publicó en 1866 esta curiosa vista del edificio ferial en imaginaria perspectiva caballera, que si bien manifiesta evidentes errores, da una imagen muy completa del conjunto arquitectónico, donde en primer lugar se aprecia la portada principal, con un único acceso en la fachada neoclásica, cerrándose toda esta zona por una alta verja entre pilares sobre un plinto corrido; después está la avenida de acceso -«el rabo de la sartén»- con pórticos a los lados, aquí presentados con arcos, aunque en origen eran pies derechos de madera. Al final se sitúa la «casa de la villa» -actual capilla de la Virgen»- con tres balcones y arco rebajado que da acceso a los anillos concéntricos, con sus tres salidas al exterior. Se aprecia la trasera del anillo interior como un muro liso, como el segundo anillo. Los soportales, que tenían pies derechos, aquí se -representan también por sucesivas arquerías. Al exterior vemos el abigarrado mundo de «La Cuerda» con sus carruajes y animales.
La zona de accesos aparece arbolada y con toda una serie de personas que plácidamente pasean hacia el ferial; un grabado de pleno fusto decimonónico que tiene un notable interés informativo, pues los advierte con claridad del edificio original construido en 1783.
Año 1866. J. Ruiz-Laporta. Papel xilográfico y coloreado. Alto: 22,5 cm/Ancho: 20,8 cm Instituto de Estudios Albacetenses «Don Juan Manuel».
Ampliación del Edificio
Pasada la Guerra Civil (1936-1939), el sentido comercial tradicional de la Feria hacía años que había dejado de tener fundamento, en cuanto a las tiendas tradicionales se refiere, pues la ciudad desde principios del siglo XX ya disponía de un comercio estable con el que surtir a la propia población y a la comarca. Esta circunstancia unida, al fuerte nacionalismo y religiosidad del momento, hizo que se planteara la remodelación integral del edificio de la Feria, para lo cual se acentuaría el sentido de feria de ganados en el interior del recinto a la vez que se destinaría una parte sustancial del mismo a feria de muestras. Paralelamente se acentuó el sentido devocional a la Virgen de los Llanos con el anual traslado de imagen de la patrona del Ayuntamiento al propio edificio habilitándose, entonces, la capilla correspondiente en el salón de la antigua «Casa de la Villa».
El proyecto de ampliación y reforma fue realizado por los arquitectos Julio Carrilero y Manuel Muñoz en junio de 1944. Básicamente el proyecto, y en buena medida así se ejecutó, consistía en añadir el tercer anillo en la zona de los círculos que se prolongaría de manera envolvente en la zona de acceso, en «el rabo de la sartén» cuyas tiendas se demolieron íntegramente para construir sendos pabellones en paralelo y en sentido longitudinal; la portada original se conservó si bien hubo de alargarse miméticamente con sendos frontones laterales y sus correspondientes pilares adosados, ahora en cemento.
Web con más información para aclarar dudas: https://feria.albacete.es/es/historia-feria
Referencias:
-Historia De Albacete. Del Siglo X Al Xx. Aurelio Pretel Marín (Coord.)
-Odónimos De Albacete. César A. Martínez Morales
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